Apariciones que frecuentan habitualmente un lugar determinado. Generalmente no suscitan miedo, son inofensivos y a veces llegan a ser tratados como un miembro más de la familia
Apariciones post-mortem. Suelen tener lugar muy poco tiempo después de la muerte de la persona vista; no acostumbran a estar relacionadas con un lugar o un acontecimiento concreto
Apariciones en casos críticos: el aparecido es alguien que está viviendo una experiencia importante (a menudo desconocida por el testigo de la aparición), como un accidente, una enfermedad o, por supuesto, la muerte.
Aparición inducida. En estos casos, el fantasma no es el de una persona muerta o moribunda, sino el de alguien vivo que intenta deliberadamente hacer que su imagen se haga visible a otra persona; se habla entonces de bilocación, si se trata de santos.
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